19 canciones, una hora, y cinco personas que me hicieron sentirme feliz, como hacía mucho tiempo que no me sentía. Creo que lo único malo que podría decir de este viernes sería que me quedé con ganas de más, que terminaron y no podía creer que ya había pasado todo. Tan rápido pasó el tiempo de espera, e igual de rápido se me pasó el tiempo escuchándolos acá.
Si bien desde donde estaba no tenía una vista perfecta de ninguno, disfruté tanto esa hora que podría haberme quedado ahí muchísimo tiempo más. De a ratos ni me daba cuenta de que tenía la boca seca, creo que sólo pensé en eso en ciertas pausas entre canciones, pero al momento volvía a no pensar otra vez. Y hacía tanto que no iba a un recital, que volver con esto creo que fue lo mejor que pudo haberme pasado. Mi cuerpo me odia, pero estoy en paz conmigo misma. I mean, vi a los Strokes, ¿necesito algo más? Por ahora realmente, no.
Estoy segura de haber dejado que se me escape una sola lágrima, y supongo que fue porque estaba tan eufórica que ni siquiera podía controlar todo lo que sentía con cada canción, con cada minuto que pasaba y sabía que estaban ahí, ¿a cuántos metros? Estaban tocando para mí. Y de a ratos cerraba los ojos preguntándome a mí misma si era real o no. Sí era, y estaban tocando los temas que tanto esperaba, y la gente se puso tal y como esperaba. Creo que no es exagerado decir que fue perfecto.
Me cuesta pensar un poco y terminé hecha mierda, por varios motivos, pero volví feliz, ya hablé con varias personas que me preguntaron cómo me fue, y lo conté feliz. En cualquier momento tal vez me deprima un poco, pero soy feliz igual. En todo caso, yo me entiendo. Y ahora creo que no tengo más palabras, la noche fue perfecta, ellos son perfectos, y estoy más que segura que ya espero con ansias una segunda vez. Creo que podría repetir esa experiencia mil veces más y nunca cansarme.
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