Me cansaron todas las cosas que me pasaron, lo bueno y lo malo, las noches que se hicieron cortas y las que parecía que no terminaban más, pero en general, pasó todo lo que quería que pasara. Y además, siento que todo fue demasiado raro. La manera en que me sentía ante ciertas situaciones era rara. Me pasaron cosas que nunca antes me habían pasado. Aprendí a dejar ir lo que no me correspondía y a aceptar otras cosas sin tener miedo de que duela después. Me siento capaz de soportar ciertos dolores después. Y lo que dejé ir... algunas cosas ya no importan, otras las recuerdo con una sonrisa. Ahora son otras las cosas que me hacen sentir viva. Estoy viva.
Y no sé qué espero, porque creo que también me enseñaron que tengo que dejar que todo fluya. Siempre lo hice, aunque en algunos momentos parecía olvidarme de ello. Voy a dejarme llevar otra vez, sin esperar nada, sintiendo lo que siento ahora. Tal vez entonces todo vaya mejor.
Entonces estiran y me dejo llevar. Cansada, pero a punto de despertar. Y no quiero que me pregunten qué espero de este año o de mi vida; no espero nada, porque me gusta cómo están las cosas ahora. Sigan estirando, mi vida que siga estirando...
No hay comentarios:
Publicar un comentario