Cuando pienso en mi futuro, trato de imaginarme cómo viviría, qué planes tendría, y no puedo pensar en nada de eso. Pero siempre, estoy segura, siempre va a haber una canción de fondo. Una simple melodía o grandes armonías, siempre van a estar ahí. Porque va a ser difícil también, por supuesto. Eso ya me lo grabé bien en la cabeza, porque ya incluso ahora es difícil, pero por más que tenga que remar toda mi vida, ese margen de posibilidades van a estar abiertas para mí, y voy a ser feliz con eso. Porque voy a sentir que no me fallé a mí misma, que puedo hacerlo.
La música no está en ese establecimiento al que asistí hoy, al que voy a asistir durante varios años si todo sale bien. Si no llegara a quedar ahí, la música va a seguir estando, porque está en todos lados. Desde bandas que cantan cosas con las que uno se identifica, hasta una melodía en nuestra cabeza que puede gustarnos. Eso también me lo grabé muy bien en la cabeza, porque nada va a cambiar mi mundo. Yo sigo acá, sigo viva, la música sigue estando. En eso pensaba hoy, cuando llegaba para rendir. Pensaba que, por dios, a la mierda ellos. De alguna forma en algún momento voy a lograrlo, porque si me resignara ahora sin intentarlo, ¿qué sería de mí? ¿Voy a dejar un sueño simplemente por no volver a intentar? Si hay algo que también sé, porque tengo infinitos ejemplos, es que la vida del músico no es fácil, pero no es fácil desde antes de serlo. Es decir, en el momento en que uno empieza a creer que quiere dedicar su vida a eso, empieza a ser difícil. Yo misma puedo decir que es verdad, y todavía me queda un camino larguísimo por recorrer. Pero uno no sabe qué tan difícil es hasta que lo intenta, puede que cada vez sea peor, o puede que todo lo contrario. De cualquier forma, el que lo intenta, de verdad ama su profesión. O mejor dicho, su vida.
Porque la música es vida. La música da vida a las cosas pequeñas y a las cosas enormes, despierta sentimientos y alivia otros, produce emociones que ninguna otra cosa podría producir. La música es bella, es lo más hermoso que existe. Con ella podemos decir cualquier cosa, sin necesidad de usar palabras; y así, puede contener colores, paisajes hermosos y mundos fantásticos. Ella lo es todo. Por eso me prometí a mí misma que no la voy a abandonar. De una forma u otra, voy a llegar a donde quiero. De alguna manera, voy a llegar a ser feliz.
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