Le dije que no iba a ir porque todavía me dolía un poco [mucho] la cara, y me dijo que me recupere, que nos vemos el martes que viene. Bien, pero ¿qué habría dicho él en su lugar?
Celes: - No voy a ir hoy, me sigue doliendo la cara por lo del viernes...
Eze: - Uh, qué bajón... bueno, no te hagás problema, cualquier cosa después vemos cuándo nos juntamos. De última, creo que el lunes puedo, ¿vos cuándo podés?
O yendo a un mejor ejemplo... ¿Cómo nos veía a nosotros cada vez que hacíamos música? Era lo mejor, creo que más que nada por el hecho de que ninguno de los dos buscaba la perfección. No terminábamos de hacer que algo suene perfectamente igual al tema original [en caso de que sea un cover] porque ya le estábamos agregando solos de guitarra raros, o efectos con el órgano que hacían que nuestra música fuera más psicodélica. Ahora sólo siento que tengo una partitura adelante y que necesito tocarla a la perfección. Ahora me encuentro con que igual me divierto y está bueno lo que hago, porque es música, pero... ¿por qué tiene que ser perfecto?
Los mejores momentos cuando tocábamos juntos eran cuando nos estábamos divirtiendo de verdad, y cuando expresábamos lo que nos salía a los dos al componer, y ni la diversión ni la expresión son perfectos. La música en sí no tiene que ser perfecta, porque la música es expresión...
Después me acordaba de esa vez que suspendimos nuestras clases para tomarnos un submarino con bizcochuelo... ¡Por dios, qué gordos! Y qué genial que fue. Era un día no tan caluroso, como hoy, pero hacía el calor suficiente como para que el chocolate caliente nos deje sin poder movernos... Miento, después intentamos tocar un rato. Intentamos.
Ahora tengo que esperar las dos horas de clases para salir corriendo a la facultad y comprarme un alfajor antes de entrar apurada a la clase. Cuatro horas dando vueltas, cagada de hambre.
Y la otra vez mi profesor me dijo algo que casi me hace reír, pero por respeto, obviamente no lo hice. Me va a dar una pieza para que toque, que no sean los ejercicios preparados del libro. Una canción. ¡Genial! Sería más cool si supiera que va a haber un bajo acompañándome, o una guitarra, o la batería de mi hermana. Porque así lo hacíamos nosotros. Sólo que elegíamos los temas entre los dos y siempre le poníamos un poco de rAck. Como la chacarera que tocamos una vez, que terminó teniendo miles de partes y con suerte nos la acordábamos entera... Se me escapa la risa acordándome de las caras de Chucky cuando nos olvidábamos por dónde íbamos. ¿Y cómo nos daba la cara para empezar temas con esos efectos bizarros de teclado? ¿O para escribir las letras que escribíamos? La de "Morir comiendo chocolate" definitivamente era lo más. Y el nombre del instrumental que hicimos otra vez, "Él estaba pensando en algo más importante"... JAJAJA perdón, pero es genial. Y se notan las influencias de mi hermana por ahí.
Es muy tierno todo esto, basta (?). Tendría que haberlo dicho antes también, pero en fin, en algún momento tenía que caer en lo que pasó y demás, y en que esos tiempos ya fueron... por ahora, no confío en que sea para siempre. Me gustaría también saber si él se acuerda de todas esas cosas, y si las extraña, si extraña La Fonola. Yo la extraño, muchísimo. Y espero que siga haciendo música donde esté, y que alguien esté disfrutando de la gran amistad que me brindó a mí, así como yo valoro cada una de esas horas tocando la guitarra juntos.
BTW, lo admiro. Porque se alejó de este país, fue a la mierda a hacer música. Chicos, es uno de mis ejemplos a seguir, es así.
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