Y así podemos decir tantas cosas sin hablar, sólo reconociendo nuestros pensamientos en esa especie de mundo paralelo que nada tiene que ver con lo sensible, con lo que vemos, tocamos, sentimos todos los días. Es como el resplandor, como esa comunicación que no es comunicación, es, en otras palabras, la lectura de pensamientos. Sí, puede que sea algo muy parecido. Algunos esplenderán más que otros, algunos tal ves nada, pero eso es simplemente porque no pueden percibir nada que esté más allá que su perfecto mundo regido por reglas, y al no ver nada más allá de ellas, tampoco pueden imaginarse que tales sentimientos sean expresados de forma silenciosa. La verdad es que a veces me da pena pensar en que la mayoría de las personas son así.
No es un poder sobrenatural, ni siquiera podría llamarse así, sino que se trata de la imaginación, tal vez un poco de inocencia que nos haga pensar en cosas extraordinarias y de ganas de intuir algo. Es más simple que lo que todos creen, pero supongo que eso es parte de las cosas que se pierden cuando uno crece y se mete cada vez más en un "mundo reglado". Y creo que afortunadamente conocí a muchas personas que no perdieron esa característica, ese resplandor... Porque pensar mucho en algo a veces tampoco tiene sentido. A veces, los instintos también son buenos. Y a la mierda lo que pase después, todos sabemos que si hacemos algo en un momento, aunque ni siquiera nosotros mismos le podamos encontrar una explicación, es porque en cierta forma, quisimos hacerlo. Forma parte de ese resplandor; y por último, está en cada uno el querer prestarle atención a ese hecho o no. Es simple, ambas soluciones son accesibles.
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