Welcome to Paradise

Página en construcción. Estará lista cuando la paja no le gane a la editora/escritora (o cuando photoshop se porte bien).
Si alguien sabe cosas que empiecen con la letra M, comente acá!

6 jun 2012

Inspiración

"Lo que le sucedió a Loren cuando tuvo el cuerpo ante sus ojos no lo pudo explicar más tarde, porque ella simplemente cayó en estado de shock. Volvió en sí un par de horas después, y comienza a recordarlo todo a partir del momento en que bajó la vista y se dio cuenta de que sostenía una taza de té en sus manos. Entonces, no articuló palabra alguna, porque cuando pudo pensar en algo, lo único que acudió a su mente fue un recuerdo, extraño, aunque no del todo alejado de la situación, pero principalmente, doloroso.
Simón, el gato, saltó en la cama sorprendiéndolos a ambos. Apenas había tenido tiempo de darse cuenta de que sus labios se desprendían de los de él, porque ya sonreía con la vista clavada en el animal, que ronroneaba suavemente mientras se paseaba en medio de ambos.
En aquella sala fría, en la morgue, Loren casi podía escucharlo hablar...
-Gato metido, celoso, vas a dormir afuera.
-No creo que se te ocurra hacerle una cosa así de verdad -rió ella misma, alguien que se le antojaba muy joven y perdida en el pasado. Se incorporó y le acarició la nuca instintivamente.
-¿Y si lo hago? -se sonrió después de unos segundos, mirándola. Sus ojos eran divertidos e infantiles. Nunca se habría imaginado cuánto dolerían más tarde.
-Entonces dormís afuera con él. Y le digo a Laura que te quite la llave de tu pieza.
-Sí, por supuesto -ironizó volviendo a mirar al gato-. Quiero ver cómo me dejás dormir afuera-. Ella sonrió-. Ah, tenía algo para mostrarte... Algo que escribí la semana pasada.
Tal vez a eso se debía el recuerdo, pensó en el presente, con la taza de té en sus manos, perdida. Era eso, tal vez lo que terminaría de llevarla a la inconsciencia.
-¿Empezaste algo nuevo?
-Sí... Y estoy seguro de que me gusta mucho -contestó mirándola, aunque algo en sus ojos la inquietó un poco.
-Pero... ¿qué pasa con eso? -inquirió con normalidad.
La forma en que calló esos escasos segundos la inquietó aún más. No sabía si debía preocuparse o ponerse nerviosa. Claro que siempre había tenido sensaciones raras con respecto a lo que él escribía, porque todos sus textos, desde los breves que había tenido la suerte de publicar, hasta las largas novelas que se reservaba y que tal vez reservaría para siempre, le hacían pensar que había allí pistas de muchas cosas que habitaban su mente y de las cuales ella no estaba enterada. "¿Es tu forma de contarme un secreto?", habría preguntado, pero si lo hubiera hecho, todo se habría ido a la mierda más rápido.
Como respuesta obtuvo un beso que la tomó por sorpresa. Lo miró esperando que diga algo más, y lo vio sonreír.
-Mañana te lo leo... Si es que sigue en mi habitación -dijo encogiéndose de hombros.
Loren, en el presente, pálida y con los ojos irritados, dejó caer la taza de té de sus manos. La infusión caliente le empapó los zapatos y la taza se hizo pedazos contra el suelo. Temblaba levemente, no notaba que la doctora Martinez la sacudía y le preguntaba una y otra vez si se encontraba bien. No escuchaba nada. Tampoco vio llegar a Reina ni a Laura, no le importó nada de lo que le dijeron. En ese momento se había dado cuenta de algo, algo muy grande, terrible y espantoso. Todo lo que había ocurrido ese día (ese largo día que parecía no tener fin; mierda, si recién eran las tres de la tarde) tenía una explicación.
Él, sus relatos, el día en que decidió terminar e irse a vivir lejos. Él y ese relato. Todavía no lo tenía muy claro, pero era evidente que las respuestas estaban ahí. Y tal vez él ya sabía todo lo que iba a ocurrir después. Tenía que encontrarlo, estaba desesperada por encontrar ese manuscrito.
Por otro lado, un pensamiento mórbido la acosó en ese momento, cuando trataba de articular alguna palabra por fin: Debía encontrar al desequilibrado doctor Moretti y hablar con él lo antes posible sobre su loca y ahora coherente idea de traer a los muertos de vuelta."


... I think it's bullshit. Peeeero, es como una nota mental sobre lo que quiero que ocurra más tarde en algo que empecé a escribir y no continué. Tiene que ver con cosas que estuve pensando sobre mí misma, aunque muy desfigurado. Tiene que ver con que ahora, a las 4:36 a.m. tenía ganas de descubrir algo. Y como no puedo (o mejor dicho... no sé qué quiero descubrir), me lo invento. ¡DÁLIVA!

2 jun 2012

I must insist on being a pessimist

Nadie entiende que de verdad ya no puedo conmigo misma, que ya no puedo con mi mente, a veces no puedo con mi cuerpo, no puedo con mi espíritu. Todo se hundió y sacarlo a flote otra vez es más complicado que mantenerlo una vez que está así. No puedo pensar con coherencia, si me preguntan, no puedo contestar que estoy bien, no sé si contestar que estoy mal, y si lo estoy, ¿por qué estoy mal? Si lloro, ¿por qué lo hago? Si duele... ¿Qué duele?
Dejé que mi mente se oscurezca, que mi bondad desaparezca y que todo lo que alguna vez fui quede enterrado en un lugar oscuro, alejado de lo que soy ahora. Existe, pero debe ser tan difícil de encontrar... Y lo que soy ahora me dice que no vale la pena. Vagancia, cansancio (¿CANSANCIO DE QUÉ?). ¿Quién me hace vivir? ¿Quién me da la mano y me obliga a levantarme? Nadie. Todos pasan y a nadie le interesa que me ponga de pie. Sigo estancada en el suelo, y ya no me importa demasiado realmente. El problema es que así parece que nada me sale bien.
La gente, ellos, todos son tan extraños. Nunca voy a saber con certeza quién está mal, si son ellos o yo, si ambos estamos mal, si en realidad nadie está mal. No sé cómo tratarlos, no sé cómo cambiar para no seguir dañando gente cada vez que me relaciono con alguien. Porque no sé cómo ser yo. Ser como yo no funcionó, ser como otra tampoco funcionó... ¿Quién dijo eso? Nada funciona. No sé si tengo que abrazarlos y retenerlos, o mantenerlos a cierta distancia y aferrarlos poco a poco; si tengo que amarlos u odiarlos; no estoy segura de si debería reír más o callar ciertas ideas. No estoy segura de nada. Pero lo pensé tanto, tanto... Lo pensé tanto que ya incluso todo eso, carece de sentido. Ya no vale la pena pensarlo. No vale la pena preocuparse si alguien se enojó, si alguien te insultó o lo que sea. La gente crea problemas donde no los hay. Y  con los amigos... Todo sería mucho más sencillo si todos entendieran que cuando digo algo es verdad, que todo se resume en palabras simples, que no hay mucho más que explicar. Si quieren saber algo, si quieren investigar más entre todo lo que tengo en la cabeza, sólo tienen que preguntar. Digo, tal vez haya alguien a quien le importe. Quiero creer que sí. Bueno, mi parte optimista quiere creer que sí.
Ese es otro problema bastante raro. Últimamente, me familiaricé bastante con las varias voces que hay en mi cabeza. No sé si todos las tienen, si tenerlas es grave, si sólo es grave cuando llega a cierto punto. Por lo que sé de mí, están ahí. Cuando todas hablan a la vez, me limito a cerrar los ojos y tratar de dormir. Toda la gente debería ser capaz de decidir si quiere dormir durante días, semanas, meses o años seguidos. Onda "bueno, ésta semana no hago nada, así que voy a dormir hasta el martes, porque nadie me necesita, buenas noches". No sé si solucionaría algo en mi vida, pero definitivamente sería más divertido que despertarse, pasar todo un día al pedo y después sentarse acá a escribir todas éstas pelotudeces (risas, por favor, risas).
Lo que sé es que odio el frío, no ser capaz de practicar telequinesis (ahora sería bastante útil, porque deseo un sandwich de la heladera), y que me cansé incluso de escribir todo esto. Sale mejor cuando me acuesto y empiezo a pensar en muchas cosas a la vez. A veces me deprime muchísimo, pero sale mejor. Sólo que si tuviera que redactar todo acá... No alcanzarían los caracteres, si es que existe un límite de caracteres.