Welcome to Paradise

Página en construcción. Estará lista cuando la paja no le gane a la editora/escritora (o cuando photoshop se porte bien).
Si alguien sabe cosas que empiecen con la letra M, comente acá!

5 mar 2009


Hoy puedo decir que odio sentirme de esta manera... Porque todo lo que hago, digo o siento es cuestionado por una presencia que me agrada y a la vez odio con todo mi corazón. Si digo algo referido a cierto sentimiento, después de hacerlo tengo que preguntarme si realmente es lo que creo, o si no estoy siendo hipócrita, porque esa persona me maneja de tal manera que hace que llegue a enloquecer, contradecirme, querer dejar de pensar. Cuando beso a alguien sé que es una persona especial, pocas veces ocurrió que desgaté una de las cosas más hermosas que existen... ¿Pocas veces? ¿Derroché besos cuando besaba a esas "personas especiales"? Es que es lamentable saber que por más especiales que sean, nunca derroché ni uno solo en la persona que yo quiero. Pude haber sentido miles de cosas, amor con una persona, emoción con otras; tristeza, alegría, decepción, angustia, ilusión, todo eso pasó con alguna persona alguna vez... Pero no recuerdo que hayan sucedido todas a la vez. Comienzo a preguntarme si mi mente trabaja bien, ¿estoy bien de salud? Mis manos sudan mucho más seguido cuando él se acerca, me enredo en mis palabras, ¡quedo como una tonta! ¿Necesitaré un cardiólogo? Es que mi corazón se acelera tanto que siento sus dolorosos latidos con tal claridad... No me extrañaría que él lo escuche al estar a unos centímetros de mí. Y por las noches, cuando la ciudad duerme y mi mente se mantiene despierta, me pregunto una y otra vez qué podría hacer. Comienzo a imaginar... En mis sueños, aparecemos los dos juntos en el lugar en que nos vemos siempre como buenos amigos. De repente, nos quedamos a solas, en incómodos silencios, pero yo sé que algo tiene para decir. Es entonces cuando hablamos a la vez y después de reír ya totalmente colorados, veo como sus labios dibujan las palabras más hermosas que pude escucharle decir. Es lamentable después despertar y darme cuenta que nunca pasó... "Ayer... yo estuve en mi casa"; en casa, no con él; escuchando mis canciones, no sus labios; y sin que nadie me dijera "te amo". Es como vivir en una prisión... ¡Cómo anhelo libertad! Quisiera salir de este encierro, y sola correr y gritar que estoy libre, que nada aprisiona mi corazón, y que ya no soy dependiente de los mismos ojos, labios, voz... de la misma persona. Mi cabeza se estanca, mis sentidos no funcionan bien, solo puedo escuchar su voz insistente, que pretende acercarse más a mí para torturarme; en cualquier momento voy a estallar. Cada frase desagradable que sale de su boca, no puedo ignorarla como la de los demás... Necesito contestarle, decirle algo diez veces peor. Es, sin embargo, nuestra forma de demostrarnos afecto; aún así existe nuestra extraña amistad, y sus formas de afecto no son tan distintas a las mías, pienso en eso todo el tiempo. Aún así, si me dijera lo que quiero oír, diría adiós a todos nuestros errores, miraría hacia adelante; "el pasado ya no importa". ¿Y duraría para siempre? Esa fantasía, esa farsa... Haría lo que fuera por seguir en esa nube por muchísimo tiempo más. Las dos opciones son tan tentadoras... Olvidarlo todo, o esperar a huir juntos muy lejos, y que nadie pueda decirnos que lo que sentimos está mal. Por más que duela, creo que prefiero... la última opción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario