Welcome to Paradise

Página en construcción. Estará lista cuando la paja no le gane a la editora/escritora (o cuando photoshop se porte bien).
Si alguien sabe cosas que empiecen con la letra M, comente acá!

30 nov 2010

22-10-10 - Time of my Life [Cuarta Parte]

¡Lee acá la primera parte!
¡Lee acá la segunda parte!
¡Lee acá la tercera parte!

Hitchin’ A Ride fue un orgasmo masivo. Creo que la mayoría sabíamos lo que esa canción significaba, o cómo se ponía Billie cuando tocaban ese tema. Y si no lo sabían, se lo habrán imaginado rápido cuando después empezó con su intento de orgasmo que se sintió tan cerca, como nunca creí que lo escucharía. No pasó nada no apto para menores, aunque después Lu me confesó que ella había visto a Little Billie medio… “tenso”. No sabría decir acá si es verdad o si mi prima tiene un pedo mental mucho más importante que yo, pero no me habría sorprendido, y además no sé cómo no miré hacia ahí abajo en ningún momento. Conclusión: Mi mente no es del todo depravada (la de Lu un poco).
Dejando de lado la posible erección de Billie o no, terminaron con esa canción y empezaron los covers. Tocaron cuatro, los mismos que suelen hacer siempre, aunque los que más gustaron fueron los últimos tres. Primero porque eran los más conocidos, y segundo porque eran de verdad los mejores. Sweet Chile O’ Mine la cantó todo el mundo y por lo menos acá se suele cantar hasta el solo que hace Slash; Billie cantó con una voz finita, un intento de Axl Rose que me hizo reír y que me hizo acordarme muchísimo de un amigo mío (se parecía más a la voz de pito de mi amigo que a la voz de Axl, pero el intento valió la pena, Bill). Ésta canción y Highway to Hell tuvieron sus momentos en los que el público entero cantó a capela, y se escucharon perfectamente las voces que me erizaron los pelos del brazo. Y después todos pedimos un tema. Y como habíamos estado gritando toda la tarde “HEY HO LET’S GO”, empezó Blitzkrieg Bop y todos se sacaron. ¡Aguanten los Ramones, carajo! Tenía que decirlo, como lo grité allá cuando terminaba el tema.
Brain Stew/Jaded también era esperada por muchos. En la primera todos movieron sus cabezas con las manos levantadas al sonido de la música, empujones lentos y pesados, que dieron paso a Jaded. Aunque antes de eso, Billie se tomó su tiempo para disparar remeras al público. A mí evidentemente, no me llegó ninguna, así que fue una de las veces en las que aproveché para pedir agua. Eso también era una de las cosas buenas de estar adelante.
Y cuando terminó, pasó lo que había esperado con ansiedad. Billie dio vueltas otra vez. Pidió un cantante, un cantante era lo que necesitaban. Todos empezamos a intentar llamar su atención. Buscó muy bien entre el público hasta que se decidió por alguien. “She’s got green hair”, dijo para identificarla, mientras la señalaba. Haushi Drucklyn (vayan a face para felicitarla/putearla) subió al escenario mirando todo con los ojos muy abiertos, evidentemente sin poder creerlo. La había conocido horas antes, y ahora estaba ahí la muy hija de puta, con ellos, y a punto de cantar. Abrazó a Billie, se separó de él, y lo abrazó otra vez. Después corrió hasta Mike y se le colgó del cuello, mientras que Billie la miraba desconcertado. “Hey you! Come here!”, le gritó varias veces, medio riendo, y ella volvió con él. Le dio el micrófono y contaron juntos antes de empezar. Cantó, como dijo la Rolling Stone, para el culo, pero todos cantamos con ella, la pasó increíble, la pasamos increíble, y antes de que termine la canción Billie le dijo que espere, que iban a buscar otro cantante. Entonces un flaco se colgó del escenario. Los tres lo miraron y se empezaron a reír mientras él intentaba desesperado subir al escenario. “Ahora venís acá y cantas”, le dijo Billie aguantándose la risa. Subió y lo abrazó, y terminó de cantar él la canción. Dijo algunas palabras a lo último, que no pude escuchar, pero en un descuido, Billie le bajó los pantalones. Levantó los brazos y se giró para quedar mirando a Tré. Y después, sin que nadie lo esperara (ni siquiera ellos tres), ¡se bajó los boxers! El público estaba enloquecido entre medio de la risa y los gritos, Billie, Mike y Tré se tentaron a más no poder (aunque la cara de trauma Tré cuando el tipo le mostró su miembro no me la voy a olvidar nunca, antes de que empiece a reír con los demás). Se subió los pantalones otra vez y se tiró del escenario hacia el público. Ya había cumplido su sueño, y evidentemente al flaco ya no le importaba más nada. Todavía riendo, Billie se acercó al micrófono otra vez y llamó a la chica que había estado antes. Pidió que suba otra vez. En cuanto estuvo con ella, le regaló la guitarra con la que había tocado. La envidia se habrá sentido en su máximo punto, pero felicitaciones Haushi, felicitaciones de verdad. Y es por todo esto que seguramente, Longview fue una de las canciones que más emociones retuvieron, fue increíble.
Y encima, después le siguió Basket Case. Esa canción que todo el mundo conocía, que todos los fans viejazos esperaban de verdad, que no podía faltar. Volvió a sentirse el pogo, Billie gritó en medio de la canción, estábamos todos celebrando, ¡era todo una maldita fiesta! Y cuando terminó, el bajo y la batería comenzaron a sonar otra vez. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Miré inmediatamente a Lu, intentando ubicarla. ¡Estaban tocando She! Empecé a señalarla, a gritarle de todo a ella, y a gritar eufórica otra vez. La lista de canciones perfecta se estaba completando. Canté y grité porque no pude estirar mi brazo para agarrar a Lu aunque sea del hombro, pero la canté con todo lo que pude, Billie volvió a gritar y fue como la milésima explosión.
Cuando terminó, volvió a desaparecer Billie del escenario, y después nos dimos cuenta de que todos estaban disfrazados. Tré tenía su típico sombrero rosa, anteojos gigantes y un corpiño rojo por encima de la camisa. Luché por quitar el corpiño que había llevado de la mochila, pero fue imposible. Mike tenía unos cuernitos rojos y anteojos, Billie tenía un sombrero de policía y una peluda bufanda rosa, Jason White tenía un sombrero de pirata, y… ¡Elvis había aparecido en reemplazo de Jason Freese! ¡Estaba vivo, y estaba en Argentina junto con Green Day! King For A Day empezó, otra fiesta más, más saltos, más gritos. Billie mostró sus nalgas a un costado del escenario, vi su culo blanco muy cerca de mí. Y una vez que gritó “STOP!”, todos gritaron. Tré se levantó y caminó hasta adelante moviendo el culo. Desfiló por un costado, se acomodó el bulto del pantalón, todos gritaron otra vez. Todos le silbaban, estaba toda una puta. Le apoyó a Billie, y después se agachó delante de él, en una pose que cualquier mente depravada hubiera malinterpretado. Todo el público estaba atento de lo que hacía Tré, que al final cantó su parte del Shout. Cuando terminó, todos cantaban su nombre mientras volvía a la batería y Billie lo señalaba. Y después el público empezó a pedir por Mike. Billie lo miró, nos miró a nosotros y lo señaló. El público gritó con más fuerza el nombre de Mike, hasta que Billie agarró el bajo y Mike se acercó a cantar la misma parte del Shout que había cantado Tré. Y cuando terminó Mike, el público pidió por Elvis, ya que anteriormente Billie había dicho que Elvis estaba en Argentina. Billie agarró el saxo entonces, y Elvis se acercó a cantar. Fue muy gracioso escuchar su voz grave, creo que me tenté en ese momento, mientras él cantaba. No pude ver a Billie tocar el saxo porque estaba del otro lado del escenario, pero no importaba. Y al final, pidieron por Jason White. El que siempre está más escondido, se acercó a la pasarela y cantó la misma parte que los demás. ¿Se dieron cuenta que Billie es multiuso? Y cuando terminaron, todos volvieron a gritar y esperaron lo que seguía. Billie siguió cantando, se tiró en el piso y empezó con una segunda ronda de covers, al ritmo de la música del Shout. Obviamente antes, le hizo el amor al piso, que fue más envidiado que la chica que se llevó la guitarra. El público entero coreó Satisfaction como si los Stones estuvieran en el escenario (y como si fuéramos fanáticos de los Stones), y después Billie tuvo que interrumpir el canto de la gente para empezar con Hey Jude. “Se me puso la piel de gallina”, le dije a una chica que estaba al lado mío, que pasó su mano por mi brazo y me sonrió. Escuchar al público entero cantar esa canción fue realmente hermoso, y fue tierno, a pesar de lo bizarro y divertido que había sido todo lo anterior y lo que le seguiría. Cuando se levantó otra vez, terminó el tema con bastante quilombo y al final sólo la guitarra tocó algunos acordes, hasta el final, donde todos volvieron a gritar.
Las luces se apagaron. Se sabía que el tiempo había pasado, que nos habían robado fácilmente casi tres horas de vida, pero no podía ser que faltara ya tan poco para el fin. Billie Joe apareció sólo iluminado por una luz en el escenario, con una guitarra acústica, y comenzó a tocar 21 Guns. Esa canción me llegó muchísimo. Pensé en todo lo que había pasado hasta que por fin estuve ahí, en cosas que probablemente no tenían nada que ver con ellos tampoco, en mi vida personal, y en lo mucho que me faltaba por vivir. Si él pretendía hacerme llorar con esa canción, lo logró sin ningún esfuerzo. La banda apareció después atrás de él, y todos cantaron juntos, el público cantaba, varios lloraban, estaba siendo uno de los momentos más hermosos. Una cortina de luces apareció atrás de ellos en el momento del solo, y no pude contener el llanto. De hecho, creo que las 35.000 personas que estaban en el lugar se deben haber dado cuenta de eso, porque una cámara me enfocó en el momento justo, y salí en las pantallas. Pero eso ya no tiene importancia. La canción fue hermosa, y no fui la única que lloró. Fue un momento hermoso, y jamás me voy a olvidar de todo lo que sentí.
Y para terminar con el momento melancólico y volver a levantarnos el ánimo a todos, empezaron a tocar una vez más con un temazo. Minority empezó, y nosotros la minoría la cantamos hasta quedarnos sin voz. No recuerdo si fue acá, pero fue casi al final seguro que Billie dijo que “éste había sido su mejor recital, mejor que American Idiot, mejor que Dookie, mejor que Milton Keynes, mejor que Woodstock”. A más de uno se le habrá caído una lágrima del orgullo. No, están equivocados si piensan que lloré por eso, pero sí me sentí muy orgullosa. Logró subirnos el ego por las nubes; Billie, gracias. Y cuando ya me estaba olvidando que faltaba éste tema, empezó con American Idiot. Y si Basket Case fue brutal, no se compara con esto. Pero no lo sentí otra vez. Sí me lamenté cuando a mitad del tema, Billie miró a Mike y empezaron a hacer señas para que se abra una ronda en medio del público. Y el tremendo pogo que se armó debe haber sido la baba de cualquier punkie. Y encima, al terminar American Idiot, empezó la segunda de ese CD, Jesus of Suburbia. Los diez minutos de canción fueron geniales, la gente se adaptó a cada ritmo que abarca esa canción, saltaron, se movieron lento y cantando los coros en Dearly Beloved, y terminaron la canción con explosiones, fuegos artificiales de fondo, y la gente tenía ganas de más.
Las luces volvieron a apagarse. Ahora sí que el final nos había agarrado por sorpresa. Billie salió solo otra vez, con la guitarra acústica, afinó las cuerdas en otro tono y se acercó al micrófono. Yo no quería creer que ya era el final, no podía ser verdad. Empezó a tocar mientras yo repetía constantemente “no, no, no…”. Tocó una hermosa versión de Whatsername, me que hizo soltar lágrimas, aunque no demasiado. Se puso serio. Lo veía sólo a él, a su nariz algo congestionada, sus ojos brillaban y bajaba la mirada. Fue realmente uno de los temas más hermosos que habré escuchado, ese, en ese momento, de Billie para nosotros. Y cuando terminó, afinó la guitarra otra vez y empezó a tocar unas tres cuerdas que me hicieron dar escalofríos. Wake me up When September Ends empezó a sonar. ¿Dije alguna vez que no puedo escuchar esa canción sin llorar? Bueno, imagínense lo que fue escucharla en ese momento, y encima, escuchar un leve titubeo por parte de Billie poco antes de que se le una el resto de la banda. Me puse a llorar sin poder contenerme, y lo veía sólo a él, porque si bien había estado atenta de toda la banda durante todo el recital, en ese momento no podía mirar a alguien más. Cerraba los ojos, cantaba, se veía tan hermoso y era tan triste a la vez. Pensé en lo que yo misma perdí, en todo lo que significa cada palabra de esa canción para mí, me envolvió por completo. No terminó la canción. Después del solo las luces de atrás se apagaron otra vez y no empezó a cantar. Se acercó al micrófono y empezó con otra canción, la última canción. Cuando empezó a tocar Good Riddance, se escuchó un “no” instantáneo en el público, porque ya sabíamos que faltaban minutos para que aquel hermoso momento termine, para que ellos se vayan otra vez. Tocó esa canción y mis lágrimas resbalaban por mis mejillas. Había tenido el momento de mi vida, muchos gritaban “gracias”, otros lloraban también, yo no podía ni cantar. La única frase que pude articular fue “for what it’s worth, it was worth all the while”. Billie cantó el segundo estribillo, y de lo que sigue no me voy a olvidar nunca. Se alejó del micrófono para tocar sólo la guitarra, y su vista de dirigió hacia mí. No esperaba que me vea, pero fue inevitable pensar que de verdad me estaba mirando a mí. Porque tal vez era la única que lloraba (del lugar donde estaba yo), o no sé por qué, pero sus ojos verdes y brillantes se fijaron en los míos, y esos segundos que estuvo tocando y mirándome fueron eternos. No podía bajar la vista, lo veía a los ojos, y él me veía a mí, vi que había lágrimas contenidas, porque no puede ser que sus ojos brillen tanto simplemente porque sí. Le dije que lo amaba y entonces fijó su vista en la guitarra. El contacto visual se rompió, pero él me vio, me vio decirle que lo amaba, y yo sentí una gran mezcla de emociones que me despertó, y pude cantar lo que quedaba de la canción. Y cuando terminó de cantar y parecía que había terminado, agregó: “Wake me up when September ends…”. Un acorde final sonó en todo el lugar, y el concierto terminó.
El público empezó a gritar otra vez llamando el nombre de Green Day. Se prendieron las luces y salieron todos los demás al escenario. Tré ya tenía puesto un saco negro, y tiró cuatro baquetas hacia un costado, nada que esté a mi alcance. Mike tiró un puñado de púas hacia donde estaba yo, pero no pude agarrar ninguna. Billie también tiró púas. Había muchas luces y ellos saludaban al escenario, despidiéndose entre los gritos de la multitud. El recital había terminado y Green Day se fue antes de que todos empecemos a pedir aunque sea una canción más, por más en vano que sea.
Me había quedado en shock otra vez. Me quedé mirando el escenario sin poder creer que ya había terminado. Se habían ido, y todo pareció durar una miserable media hora. Más de tres horas estuvieron tocando para nosotros, y nos dejaron bien conformes, pero con ganas de más. Había visto a la banda que más influenció en mi educación, que me cambió personalmente y que cambió mis planes futuros. Ellos le dieron un ritmo distinto a mi vida, desde que escuché Wake me up When Septermber Ends por primera vez y no les di tanta importancia hasta que llegaron a mí otros temas. Terminó, había cumplido mi sueño, uno de mis más grandes sueños. Los vi, ellos me vieron, Mike me vio varias veces, Billie me miró, y Tré me hizo reír, llorar y perder un lente de contacto. Fueron ellos a los que le debo gran cantidad de cosas, y de lo único que me arrepiento es de no haberles dado las gracias. Encontré a Lu muy rápido porque estaba cerca de mí, y la abracé. Entonces caí. Se me llenaron los ojos de lágrimas otra vez, pero no lloré. Empecé a sentir otra vez, todo mi cuerpo reaccionó de a poco. Recién entonces sentí el dolor en las piernas, y en trayecto a casa casi me agarran calambres en ambas piernas en varias oportunidades. No tenía voz, y sentí todo mi cuerpo extremadamente frágil. Pero sólo pensaba en ellos. En Green Day, en lo que había sido todo ese día, y en lo que había pasado. Había tenido el momento de mi vida. Gracias Green Day, por estos momentos inolvidables, gracias por hacerme feliz, gracias simplemente por todo.

1 comentario: