Welcome to Paradise

Página en construcción. Estará lista cuando la paja no le gane a la editora/escritora (o cuando photoshop se porte bien).
Si alguien sabe cosas que empiecen con la letra M, comente acá!

14 may 2012

Yellow

Mis queridas hermanas, las que tengo el honor de decir que son mis hermanas. Si hoy trato de imaginar cómo sería mi vida sin alguna de ustedes, no podría hacerlo, o al menos, me resulta demasiado difícil. Tal vez sea simplemente porque me imagino una versión patética de mí misma sin ustedes, hija única, aburrida, más cerrada de lo que soy. No estoy segura de si mi vida sería triste, sería normal estar sola, así que de alguna forma me habría acostumbrado a eso. Pero definitivamente, me faltaría algo que me movilice y me haga una persona diferente. Ustedes me hacen diferente. Desde el día en que supe que iba a tener una hermana, hasta cuando supe que iba a tener otra hermana más, fui diferente. Hoy si estoy acá todavía, bien y tratando de ser alguien es por ustedes. Porque no hay nada que me haga más feliz que verlas bien. Y todo lo que me enseñaron desde que llegaron lo tomé para tratar de ser una persona mejor.
Jimena, que para mí simboliza la risa, la felicidad, la diversión. Es la parte despreocupada y sonriente que alguna vez quise ser. Pero no está en mí ser así, no está en mí eso de mirar al mundo y vivirlo sin calcularlo; para eso está ella, para que me impulse a reírme de todo, desde la más simple estupidez hasta de un problema que de tan grave, resulta gracioso. Fue la que me enseñó a compartir y a cuidar a alguien, a querer influenciar a alguien. Y a la vez, la que me enseñó que todos somos distintos, y que de verdad cuando hay que dejarlo ser, hay que dejarlo simplemente. No quiero imaginar mi vida sin su risa, sin sus caras, sin sus voces raras, porque sería demasiado triste. No sólo me levanta a mí, sino que revoluciona toda ésta casa. Revoluciona todo lo que toca. Y tal vez a veces diga que es pesada, porque lo es, o le pida que pare, porque es necesario, pero nunca es permanente. Jimena, no pares realmente. Porque si pararas vos, para el mundo. Mi mundo. Y alguien tiene que hacer que todo sea un poco más multicolor, ¿no?
Sofía fue, es y seguirá siendo un caso especial. Si la gente supiera una parte de todo lo que es ella, tal vez la mirarían casi con el mismo respeto con el que la miro siempre. Desde el principio fue alguien por quien luchar. Porque cuando creímos que todo era tan difícil, apareció ella. Y no fue ni un error, ni complicar más la existencia de nadie, nos unió más. Tal vez por eso la cuidamos demasiado desde que nació y hasta ahora, la cuidamos hasta que careció de sentido y fue simplemente mimar a la hermana menor. Sé que sabe que a pesar de que siempre la carguemos y la imitemos (malas imitaciones, pero divertidas), la queremos y admiramos demasiado. Por lo menos yo, admiro lo determinantes que son sus palabras cuando decide algo, lo segura que es de sí misma cuando camina por ahí, cuando elige sin dudar algo, cuando ignora cualquier comentario ofensivo. A veces incluso me parece que semejante personalidad es demasiado grande para alguien tan chiquita, hermosa y tierna. Ella, que se piensa que los anteojos no le quedan bien, que da miles de vueltas para elegir qué vestir, que hace oídos sordos cuando Jimena o yo le hacemos burlas. Con una elegancia que parece adulta. Sofía escucha cuando yo le explico cualquier cosa, cuando la ayudo con piano o simplemente cuando tiene alguna duda, tiene la capacidad de preguntar sin vergüenza por algo que no sabe (sinceramente algo que me parece que muchos deberían aprender, y me incluyo a mí misma). Me da razones para seguir aprendiendo, porque sé que todo lo que aprenda, Sofía lo va a preguntar alguna vez.
Las dos juntas representan para mí toda una vida de aprendizaje, amor, amistad y alegría. Si hay algo que no permitiría que pase alguna vez es que alguien les haga daño de alguna forma. Y eso incluye protegerlas de mí misma. No sé qué puedo decirles, ¿que estoy bien? Ustedes me conocen bien y saben cuándo lo estoy y cuándo no. No las protegería mintiendo. Pero sí puedo tratar de ser siempre una persona mejor, vale la pena si están ustedes para hacerme sentir bien. Si están para escucharme tocar, para distraerme, para escucharme hablar sobre cualquier cosa. Aunque no lo diga siempre, no saben lo geniales que son conmigo. Cada una es distinta conmigo, somos distintas entre nosotras, pero somos siempre las mismas. Y nos hacemos felices entre nosotras. Gracias por enseñarme todo lo que me enseñaron, por compartir tanto conmigo y por formar parte de mi vida. Ojala lo hagan siempre, y nunca se olviden todo lo que las amo y necesito. Siempre va a ser así. Es cosa de hermanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario