Welcome to Paradise

Página en construcción. Estará lista cuando la paja no le gane a la editora/escritora (o cuando photoshop se porte bien).
Si alguien sabe cosas que empiecen con la letra M, comente acá!

5 ago 2011

Games

Hace un par de días dediqué una entrada a El Juego de Gerald, simplemente porque incluso a mí misma me sorprendió lo que ese libro me provocó, porque había leído más de la mitad de la historia, y creía que era imposible que pudiera continuar, seguida por más torturas, más dolor y más terror. Ahora, que por fin pude terminarlo [creo que desgraciadamente leo menos que antes y tardo más; habría leído un libro como este en muy poco tiempo de haber sido en "mi época buena" (?)], llega el momento de la reflexión, pero si hay algo que no voy a poner en duda es que este es uno de los mejores libros que leí. No puedo decir que sea mi favorito (definitivamente es demasiado morbo para mi pobre cabeza, incluso para todo lo que estoy acostumbrada a leer), pero sin dudas es uno de los mejores, a mi humilde criterio.
Y como mi criterio es "humilde", tal vez no señale los aspectos más importantes por los cuales éste libro puede ser uno de los mejores de este señor (de los que leí hasta ahora), pero son los aspectos que personalmente me agradaron más. Primero está el hecho de haber llevado una historia de la cual el 70% es sólo sobre un personaje, en una habitación durante dos días, a eso sumado de que el libro en ningún momento tuvo algo que me pareciera aburrido. De echo, me atrapó desde el principio, y ya empezó siendo bastante extraño al principio (si es que "extraño" es la palabra adecuada). Las situaciones que se fueron presentando después fueron un trauma tras otro, un sufrimiento tras otro, porque obviamente, al ser un único personaje, podemos meternos de lleno en la mente de Jessie, podemos ver lo que ella ve, sentir lo que ella siente, sufrir todo lo que sufre ese tiempo que estuvo atrapada, no sólo en una casa, esposada a una cama, sino el tiempo que estuvo atrapada en su propia mente. El segundo hecho que debo señalar es que tiene frases que me resultaron épicas, tanto si hablamos de lo que puedan transmitir como de la belleza de las palabras. Cada situación que describía golpeaba mi entendimiento con la fuerza que sólo pueden lograr las palabras, y si las palabras son la fuente de magia más poderosa, Stephen King sabe utilizarlas como ningún otro. Pero a la vez lo decía de una manera tan sutil, disfrutando del hecho de tener a su alcance cuantos colores quiera para pintar el cuadro a su manera, llevando la mente de uno a un lugar donde nunca me habría imaginado que llegaría. Porque esa es la tercer cosa que debo señalar. Este libro me llevó a ver hasta dónde puede llegar la mente humana, a qué lugares tan horribles y tenebrosos podemos llegar. La protagonista estuvo constantemente al borde de la locura sin caer en ella completamente. También desde lo poco que sé de psicología, reconocí varios trastornos descritos a lo largo de la historia, y si bien me había dedicado anteriormente a leer sobre ellos, jamás pensé que podría llegar a espantarme tanto. Si Jessie las tenía todas para volverse loca, sí, las tenía, pero saliendo un poco de la historia y pensándolo mejor, era obvio que no iba a tener ese lujo a mitad del libro. Como ella misma piensa en un momento, iba a tener que sufrir todo aquello estando lúcida, consciente a cada segundo.
Fueron momentos horribles (tanto en el libro como en mi imaginación), demasiados momentos horribles juntos. Demasiadas cosas inimaginables, que sucedieron. Pero aún así, cuando peor se ponían las cosas, es cuando menos podía dejar de leer. Cuanto más se metía Jessie en su cabeza, más me arrastraba a mí también, y más me sorprendía. Y no podría haberme imaginado cuánto me iba a sorprender. Es que cada libro que leo de éste hombre me deja con la boca abierta. Él puede sorprenderme con lo que sea, puede escribir cualquier cosa y funciona, porque al fin y al cabo, en cierto punto parece como si las situaciones no fueran importantes, como si el hecho simple no importara, porque todo lo que realmente te atrapa e importa es lo que está detrás, oculto, el terror que puede saltarte en la cara en cualquier momento. Él puede poner un cementerio de animales atrás de tu casa, hacer que un auto asesine gente, y dicho de esa manera parece una simple ridiculez, pero él sabe que puede transformar cualquier situación a su manera. Puede crear explosiones desde la cabeza de una adolescente que asiste a su fiesta de graduación, o desde la cabeza de una nena que intenta salvar a su padre; puede mostrarnos la vida como un pasillo que tarde o temprano llega a su fin, y puede hacernos ver todo lo que cuenta tanto de una manera como de otra. Él puede. Como pensaría Paul Sheldon (Misery): "Pero si quiere alguien que lo saque del círculo, que lo asuste, que lo seduzca con una historia, que le haga llorar o sonreír, eso sí que puedo. Puedo traerlo y llevarlo hasta que grite basta. Soy capaz de hacerlo. Claro que sí..."
Tal vez esté fascinada también porque hacía mucho que no leía algo de Stephen King, y ya necesitaba leerlo otra vez. Pero de todas formas, sé que lo que acabo de terminar me habría impactado de cualquier manera. Es un libro para soñar a la noche, tener pesadillas, y seguir soñando con él incluso mucho tiempo después de haberlo leído. Los fantasmas de ese libro pueden volverse los fantasmas de uno mismo, a no ser que terminemos el asunto ni bien terminamos de leer la última hoja. Y creo también que sólo Stephen King puede manejar el terror de ésta manera. Sólo él puede escribir esas cosas que le hacen temblar a uno. Volví a quedar satisfecha con mi lectura una vez más, porque él siempre pudo, supo hacerme llorar o sonreír, traerme y llevarme. Por eso también tal vez sea tan difícil dejarlo, una vez que empezás a seguir sus historias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario