I'll be there for you

Hay momentos en los que me siento mal conmigo misma por no poder hacer más. Por ver cómo las cosas pasan y no poder alejarte de todo eso que sé que penetra en tu sensible corazón de la peor manera, por ver cómo otros comenten errores que deforman tu mundo y lo vuelven oscuro, tenebroso. De repente, esas personas a las que veías de una manera, se les cae el manto que cubría su rostro y pudiste ver esa otra cara, que tal vez siempre debió ser ajena a vos. No digo que hayan sido hipócritas al expresarte sus sentimientos, o que buscaron dañarte, sino que como todo ser humano, un gran porcentaje de sus acciones son errores, muchos de ellos tan grandes que pueden hacer sufrir a las personas que más aman. Y eso es justamente lo que yo no quiero ver en tu rostro: sufrimiento, angustia, desesperación, dolor y tristeza.

No puedo negar que supe esa verdad que cae como un balde de agua fría desde un tiempo antes que vos, pero así como dije que parte de las acciones de un hombre son errores, ¿qué es la otra parte? En esa otra parte "buena" entra el reconocer el error, el pedir perdón, el agachar la cabeza y presentarse asumiendo toda culpa, y también están los huevos para bancarse lo que sea. Esa era la parte que estaba esperando, porque yo no era la persona indicada para decir nada, no me correspondía meterme como hicieron o hacen otras personas, que lo único que quieren es empeorar las cosas. En otras palabras, ese no era un problema mío, y creo que ni siquiera es un problema tuyo enteramente. Es un problema del cual sos víctima, en el cual caes, y sufrís porque las personas involucradas fueron o son tus guías. Y ahora caigo yo también, porque te veo sufrir, porque sé que necesitas tal vez un abrazo, y no puedo dártelo.

Lo único que puedo hacer ahora es aconsejarte como lo hice siempre, tratando de ser lo más sincera posible recomendándote lo que yo misma haría. Mantené la calma, podemos pensar con mucha más claridad si estamos calmados. Tené paciencia, porque como escuché por ahí alguna vez, la paciencia es fuerza. Perdoná, y con más razón si vienen a perdite disculpas. Mantenete fuerte, adoptá el papel de guía frente a aquellos que deben estar más confundidos que vos, hacelo por ellos, vos sabés quiénes son. Aferrate con fuerza a esas personas que te ofrecen una mano, y no las sueltes por lo que más quieras. Él siempre va a estar, y yo también. Llorá todo lo que necesites llorar, no dejes nada guardado en algún rincón de tu ser porque puede ser lo peor que hagas. Escuchá todo lo que tengan para decirte sólo las personas verdaderamente involucradas en este tema. No dejes que esos que quieren meterse en un puterío te den su opinión de NADA, ni recibas consejos de ellos. Y sobre todo, tené en mente que la vida continúa, aprendé de estos errores para el día de mañana construir la vida que quieras, tomando tus decisiones y cometiendo tus propios errores. Nada termina acá, seguimos en pie, todos continuamos, guardamos los recuerdos de los que más queremos en un lugar de donde nunca se borrarán, y las lecciones aprendidas las ponemos en práctica casi inconscientemente. Sé vos misma y valorá todo como tengas que valorarlo.

No te encierres en ese mundo que fue planeado para vos, no te sientas como ningún juguete social sin uso, explotá cuando tengas que explotar, yo te voy a escuchar, porque estoy ahora te estoy prestando atención sólo a vos.