Welcome to Paradise

Página en construcción. Estará lista cuando la paja no le gane a la editora/escritora (o cuando photoshop se porte bien).
Si alguien sabe cosas que empiecen con la letra M, comente acá!

7 dic 2009

Westbound Sign.


Prólogo

Decidí que era momento de juntar mis fotos esparcidas. Aquellas las guardé entre mis objetos de gran valor personal, y allí quedaron. Archivadas, hasta el momento que se me ocurra volver a verlas. Pero todavía en proceso de mudanza, tenía que seguir revisando y quitando cosas. No quería que mi madre se quede con cosas mías.

Así que una vez cerrada la caja y pensando en olvidar nuevamente lo que había pasado hacía ya un poco más de dos años, comencé a revisar en otra caja, que seguramente también estaba llena de cosas mías. Eso es, probablemente, por la obsesión de mi madre con el orden y la limpieza. Obsesión que seguramente no es sólo de ella, sino que también de muchas otras madres.

Encontré entonces, un montón de cuadernos y hojas sueltas que había escrito. Proyectos de canciones, cartas sin terminar y cosas por el estilo. Entre todo ese lío de papeles, estaba la última carta que escribí a la chica de la foto. Nunca la mandé, porque estaba demasiado enojado, y a la vez, me preocupaba el hecho de que no conteste las cartas que ya le había mandado, porque podía haberle pasado algo. Entonces en ese tipo de situaciones, suelo quedarme sin hacer nada o con las cosas a medias. Bien, la carta estaba, metida en su sobre y con la dirección y todo, pero nunca la mandé. Seguramente a ella no le importó. Era una carta más. Con cierto rencor, la saqué del sobre y desdoblé el papel. Comencé a leer:

Querida Mizuki:

Hace ya más de cinco meses que te has ido, y no he vuelto a saber de ti. ¿Recibiste las últimas dos cartas que te mandé? Bueno, es estúpido preguntar eso, ya que es evidente que no. Quiero creer eso, por lo menos… ¿A quién engaño? Ya no te importo. En realidad, soy un obsesivo.

La última y única carta tuya que recibí, debí haberla tomado como una despedida. Era obvio. De no ser así, no hubieses escrito “espero que pronto te olvides de mí”. Es algo bien bizarro, ¿sabes? ¿Eso era lo más dulce que se te ocurría? OK, ésta es la parte en la que intento ser desinteresado y estar enojado. Déjame pensar que lo estoy logrando. No entiendo por qué tenía que terminar lo nuestro de esa manera. Podrías haberme llamado aunque sea, no lo sé. Por otro lado, te entiendo.

Siempre viviste amando tu bendita libertad. Seguramente que al llegar allá te olvidaste fácil de que habías salido con un tarado como yo y encontraste algún otro chico más lindo. Esos de veinte años más grandes que tú, que tanto te gustan. Debí pensar que era obvio que a dos mil millas de distancia era imposible que pienses en volver, en la vida que tenías, en Mike o en mí. Comenzaste desde cero, y está muy bien. Borrón y cuenta nueva, me parece bien que hagas eso. Yo también haré lo mismo.

No importa si se te ocurre contestar ésta carta, Mizu. No cambiaré de opinión. Sé que de todas formas no me insistirás nada, que tal vez te duela (tengo la esperanza de seguir importándote aunque sea un poco), pero nunca me rogarás que te espere o algo parecido. Todavía creo conocerte perfectamente, y no hubieras hecho eso nunca, sólo porque yo te lo pido. Esa es una gran diferencia entre nosotros, porque yo sí te hubiera ido a rogar una oportunidad en tu lugar. Solamente porque te amo. Y por más que siga presente todo el amor que siento por ti, todo lo que vivimos desde chicos, lo que significas para mí todavía, debo dejarte ir. A mi lado, lo más parecido a libertad que tienes es abandonarme. Por lo menos, entiendo eso por todo lo que pasó. Que no te importe lo que yo siento. Aunque te ame más que a nadie en el mundo y suponiendo que tú a mí, no me pidas que te espere. Porque parecen años luz de distancia los que nos separan, como un interminable desierto, y podemos morir de sed en el camino si nos arriesgamos a encontrarnos. La única manera de que seamos felices es de que vuelvas, pero las cosas todavía no son seguras. De manera que nada parece mejorar. No de la manera que yo quiero, y como consecuencia, debo perderte.

Mizuki, nunca olvidaré todo lo que vivimos. Intentaré olvidar mis sentimientos en aquellos momentos, pero no lo sucedido. Cada risa compartida, conversaciones, incluso llantos, nada de eso lo olvidaré nunca. Espero que tú tampoco. Y ojala que recuerdes lo que siento en éste momento, pero no para mal, sino para que cada vez que lo recuerdes, sonrías pensando que tenías bien enamoradito a un tarado que había sido tu mejor amigo. Te amo Mizu, simplemente por eso te dejo ir, y me dejo ir a mí también. Diciendo eso, no queda más nada por escribir aquí.

Cuídate mucho, sé que Kai lo hace, pero cuídate de ti misma. Recuerda lo que te dije antes de que te vayas, todo lo que te propongas lo conseguirás, nunca te rindas. Y principalmente, sigue siendo tú, la hermosa persona de la que me enamoré. Con cariño…

Billie Joe.

PD: ¡Con Al, las cosas van funcionando más que bien! Mike y yo estamos muy entusiasmados, y tenemos grandes expectativas. Espero que alguna vez escuches alguna de nuestras canciones, muy pronto.



Segunda parte de lo que fue Scattered. Gracias por leer, y si quieren seguirla, pueden hacerlo en Only a Test, y les recomiendo leer la primera parte además x) Eso es todo por ahora (:

1 comentario:

  1. I already commented this! I loved it! :3 I want to keep reading :D [la mina qe se jura yankie xDD] take care :3

    ResponderEliminar